Read Ebook: La cuerda del ahorcado Últimas aventuras de Rocambole: I El Loco de Bedlam by Ponson Du Terrail Corona Bustamante Francisco Translator
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Ebook has 3390 lines and 46345 words, and 68 pages
Escuchemos la conversaci?n de las dos personas que hablaban al lado del fuego, en una de las salas bajas del castillo.
--No hay que replicarme, Tom; os lo repito una y mil veces; nuestra ama ha hecho mal en volver a Old-Pembleton.
--Yo no digo s? ni no, mi querida Betzy.
--Y veamos si os place, se?or Tom, ?por qu? vacil?is de ese modo entre opuestos pareceres?
--A fe m?a, buena Betzy, tan cierto como soy Tom y vuestro cari?oso marido desde hace tres a?os, que no sabr? decir a?n si lady Evelina, nuestra noble y bondadosa se?ora, ha tenido o no raz?n en dejar primero a Londres, y New-Pembleton despu?s, para venir a encerrarse aqu?. Sin embargo, a lo que puedo juzgar seg?n mis cortos alcances, me inclino a creer que ha tenido raz?n.
--?Ah!... ?de veras?
--Bien reflexionado, s?, mi querida Betzy.
--Pues lo que es yo, dijo Betzy-Justice, la joven mujer de Tom,--porque ambos eran muy j?venes en esta ?poca,--yo me inclino a creer lo contrario.
--?Y sobre qu? bas?is vuestra opini?n?
--Sobre una cosa que salta a la vista. La salud de milady se altera m?s cada d?a.
--?Y cre?is?.....
--El aire fr?o y vivo de estas monta?as no puede serle provechoso.
--?Ah!
--Est? enferma del pecho, y el clima que le conviene no es por cierto este.
--Hay mucho de verdad en lo que me dec?s, querida Betzy; pero yo persisto en mi opini?n, pues decididamente veo que tengo una opini?n.
--?Positivamente?
--S?, amiga m?a.
--Veamos pues: expl?caos, se?or Tom.
--Har? cosa de tres a?os, lady Evelina me hizo llamar un d?a y me dijo:--Tom, es necesario que yo te consulte, pues t? eres hombre de buen consejo.
--Hablad, Lina, le respond?.
Pues como sabes, querida Betzy, soy hermano de leche de milady, y me ha quedado la costumbre de llamarla abreviando su nombre como lo hac?a en nuestra infancia.
Milady prosigui?:
--Hace un mes que tengo ensue?os espantosos.
--?De veras? la dije.
--O mejor dicho, tengo siempre el mismo ensue?o.
--?Pero es terrible!
Yo esper? que milady se explicase, y guard? un respetuoso silencio.
Entonces prosigui?:
--Mi sue?o tiene tres partes. En la primera, me encuentro en New-Pembleton, y me paseo por el parque llevando a mi hijo mayor por la mano.
--?Lord William? le dije.
--Precisamente.
--Querido Tom, interrumpi? Betzy, perm?teme hacerte una pregunta.
--Di, amiga m?a.
--El difunto lord, que yo no llegu? a conocer, se llamaba Evandale, ?no es verdad?
--S?.
--Y su padre, ?no llevaba el mismo nombre?
--As? es.
--Pues bien, prosigui? Betzy, yo cre?a que el nombre de Evandale era como hereditario en la familia.
--S?, con raras excepciones.
--Y que se trasmit?a entre los primog?nitos.
--Esa ha sido por largo tiempo la costumbre.
--Voy a explic?roslo, Betzy.
--Veamos pues.
--Milord Evandale ten?a un amigo de la ni?ez que fue luego su compa?ero de armas. Ambos serv?an a bordo del mismo buque y ten?an el mismo grado. Este amigo se llamaba sir William Dickson.
--Muy bien.
--Y lord Evandale quiso que fuese padrino de su hijo.
--S?, pero al mismo tiempo no quisieron que se perdiese en la familia el nombre de Evandale.
--?Ya! y lo dieron al hijo segundo.
--As? es, Betzy.
--Lo comprendo muy bien, Tom. Contin?a tu relato.
Tom prosigui?:
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