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Read Ebook: El tratado de la pintura by Alberti Leon Battista Leonardo Da Vinci Rej N De Silva Diego Antonio Translator

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Ebook has 545 lines and 80920 words, and 11 pages

El Pintor debe ser universal, y amante de la soledad; debe considerar lo que mira, y raciocinar consigo mismo, eligiendo las partes mas excelentes de todas las cosas que ve; haciendo como el espejo que se trasmuta en tantos colores como se le ponen delante: y de ?sta manera parecer? una segunda naturaleza.

Aquel que no guste igualmente de todas las cosas que en la Pintura se contienen, no ser? universal; porque si uno gusta solo de paises, es se?al de que solo quiere ser simple investigador, como dice nuestro Boticello, el qual a?adia que semejante estudio es vano; porque arrimando ? una pared una esponja llena de varios colores, quedar? impresa una mancha que parecer? un pais. Es verdad que en ella se ven varias invenciones de aquellas cosas que pretende hacer el hombre, como cabezas, animales diversos, batallas, escollos, mares, nubes, bosques y otras cosas asi: pero es casi como la m?sica de las campanas, que dice lo que ? t? te parece que dice. Y asi, aunque tales manchas te den invencion, nunca te podr?n ense?ar la conclusion y decision de una cosa en particular, y los paises del dicho Pintor eran bien mezquinos.

El Pintor que des?e ser universal, y agradar ? diversos pareceres, har? que en una sola composicion haya masas muy obscuras, y mucha dulzura en las sombras; pero cuidado de que se advierta bien la razon y causa de ellas.

El Pintor que en nada duda, pocos progresos har? en el arte. Quando la obra supera al juicio del executor, no adelantar? mas ?ste: pero quando el juicio supera ? la obra, siempre ir? ?sta mejorando, ? menos que no lo impida la avaricia.

Primeramente debe el Pintor exercitarse en copiar buenos dibuxos, y despues de esto con el parecer de su Maestro se ocupar? en dibuxar del relieve, siguiendo ex?ctamente las reglas que luego se dar?n en la seccion que de esto trate.

El perfil de un quadro de historia debe ser muy ligero, y la decision y conclusion de las partes de cada figura es menester que no sea demasiado acabada. Solo se pondr? cuidado en la colocacion de ellas, y luego, si salen ? gusto, se podr?n ir concluyendo despacio.

Debe poner cuidado el Pintor en corregir inmediatamente todos aquellos errores que ?l advierta, ? le haga advertir el dict?men de otros, para que quando publique la obra, no haga p?blica al mismo tiempo su falta. Y en esto no debe lisongearse el Pintor que en otra que haga subsanar? y borrar? el presente descuido; porque la pintura una vez hecha nunca muere, como sucede ? la m?sica, y el tiempo ser? testigo inmutable de su ignorancia. Y si quiere excusarse con la necesidad, la qual no le da el tiempo necesario para estudiar y hacerse verdadero Pintor, la culpa ser? entonces tambien suya; porque un estudio virtuoso es igualmente pasto del alma y del cuerpo. ?Qu?ntos Fil?sofos hubo que habiendo nacido con riquezas, las renunciaron, porque no les sirviesen de estorvo en el estudio!

No hay cosa que enga?e tanto como nuestro propio dict?men al juzgar de una obra nuestra; y en ?ste caso mas aprovechan las cr?ticas de los enemigos, que las alabanzas de los amigos; porque estos como son lo mismo que nosotros, nos pueden alucinar tanto como nuestro propio dict?men.

Quiero insertar entre los preceptos que voy dando una nueva invencion de especulacion, que aunque parezca de poco momento, y casi digna de risa, no por eso dexa de ser muy ?til para avivar el ingenio ? la invencion fecunda: y es, que quando veas alguna pared manchada en muchas partes, ? algunas piedras jaspeadas, podr?s mir?ndolas con cuidado y atencion advertir la invencion y semejanza de algunos paises, batallas, actitudes prontas de figuras, fisonom?as extra?as, ropas particulares y otras infinitas cosas; porque de semejantes confusiones es de donde el ingenio saca nuevas invenciones.

He experimentado que es de grand?sima utilidad, hall?ndose uno en la cama ? obscuras, ir reparando y considerando con la imaginacion los contornos de las formas que por el dia se estudiaron, ? otras cosas notables de especulacion delicada, de cuya manera se afirman en la memoria las cosas que ya se han comprehendido.

Quando quieras hacer un estudio bueno y ?til, lo dibuxar?s primero despacio, y luego ir?s advirtiendo qu?ntas y qu?les son las partes que gozan los principales grados de luz: y de la misma manera las que son mas obscuras que las otras; como tambien el modo que observan de mezclarse las luces y las sombras, y su qualidad: cotejar?s igualmente unas con otras, y considerar?s ? qu? parte se dirijan las lineas, y en ellas qu?l parte hace c?ncava y qu?l convex?, en d?nde va mas ? menos se?alada, mas ? menos sutil, y por ?ltimo cuidar?s que las sombras vayan unidas y deshechas, como se ve en el humo: y quando te hayas acostumbrado bien ? ?sta ex?ctitud, te hallar?s con la pr?ctica y facilidad sin advertirlo.

Nunca debe el Pintor desde?arse de escuchar el parecer de qualquiera, mientras dibuxa ? pinta; porque es evidente que el hombre, aunque no sea Pintor, tiene noticia de las formas del hombre, y conoce quando es jorovado, si tiene la pierna demasiado gruesa, ? muy grande la mano, si es cojo, ? tiene qualquier otro defecto personal: y pues que el hombre puede por s? juzgar de las obras de la naturaleza, ?qu?nto mas bien podr? juzgar de nuestros errores!

El que crea que en su imaginacion conserva todos los efectos de la naturaleza, se enga?a; porque nuestra memoria no tiene tanta capacidad; y asi en todo es menester consultar con el natural cada parte de por s?.

Siempre debe anhelar el Pintor ? ser universal, porque si unas cosas las hace bien y otras mal, le faltar? todavia mucha dignidad, como ? algunos que solo estudian el desnudo, segun la perfecta proporcion y simetr?a, y no advierten su variedad: porque bien puede un hombre ser proporcionado, y ser al mismo tiempo grueso, alto, algo baxo, delgado ? de medianas carnes; y asi el que no pone cuidado en ?sta variedad, har? siempre sus figuras de estampa, y merecer? gran reprehension.

Facil es hacerse universal el que ya sabe por qu? todos los animales terrestres tienen semejanza entre s?, respecto ? los miembros, ? los m?sculos, huesos y nervios, vari?ndose solo en lo largo ? grueso, como se demostrar? en la Anatom?a. Pero en quanto ? los aqu?tiles, cuya variedad es infinita, no persuadir? al Pintor ? que se proponga regla alguna.

Aquellos que se enamoran de sola la pr?ctica, sin cuidar de la ex?ctitud, ? por mejor decir, de la ciencia, son como el Piloto que se embarca sin timon ni aguja; y asi nunca sabr? ? donde va ? parar. La pr?ctica debe cimentarse sobre una buena te?rica, ? la qual sirve de guia la Perspectiva; y en no entrando por ?sta puerta, nunca se podr? hacer cosa perfecta ni en la Pintura, ni en alguna otra profesion.

Nunca debe imitar un Pintor la manera de otro, porque entonces se llamar? nieto de la naturaleza, no hijo; pues siendo la naturaleza tan abundante y varia, mas propio ser? acudir ? ella directamente, que no ? los Maestros que por ella aprendieron.

Quando te pongas ? dibuxar por el natural, te colocaras ? la distancia de tres estados del obgeto que vayas ? copiar; y siempre que empieces ? hacer alguna linea, mirar?s ? todo el cuerpo para notar la direccion que guarda respecto ? la linea principal.

Observe el Pintor con sumo cuidado quando dibuxe, como dentro de la masa principal de la sombra hay otras sombras casi imperceptibles en su obscuridad y figura: lo qual lo prueba aquella proposicion que dice, que las superficies convex?s tienen tanta variedad de claros y obscuros, quanta es la diversidad de grados de luz y obscuridad que reciben.

La luz para dibuxar del natural debe ser del norte, para que no haga mutacion; y si se toma del mediodia, se pondr? en la ventana un lienzo, para que quando d? el sol, no padezca mutacion la luz. La altura de ?sta ser? de modo que todos los cuerpos produzcan sombras iguales ? la altura de ellos.

Toda figura se debe poner de modo que solo reciba aquella luz que debe tener en la composicion que se haya inventado: de suerte, que si la figura se ha de colocar en el campo, deber? estar rodeada de mucha luz, no estando el sol descubierto, pues entonces ser?n las sombras mucho mas obscuras respecto ? las partes iluminadas, y tambien muy decididas tanto las primitivas como las derivativas, sin que casi participen de luz; pues por aquella parte ilumina el color azul del ayre, y lo comunica ? todo lo que encuentra. Esto se ve claramente en los cuerpos blancos, en donde la parte iluminada por el sol aparece del mismo color del sol, y mucho mas al tiempo del ocaso en las nubes que hay por aquella parte, que se advierten iluminadas con el color de quien las ilumina; y entonces el rosicler de las nubes junto con el del sol imprime el mismo color arrebolado en los obgetos que embiste, quedando la parte ? quien no tocan del color del ayre; de modo que ? la vista parecen dichos cuerpos de dos colores diferentes. Todo esto, pues, debe el Pintor representar quando suponga la misma causa de luz y sombra, pues de otro modo ser?a falsa la operacion. Si la figura se coloca en una casa obscura, y se ha de mirar desde afuera, tendr? la tal figura todas sus sombras muy deshechas, mir?ndola por la linea de la luz, y har? un efecto tan agradable, que dar? honor al que la imite, porque quedar? con grande relieve, y toda la masa de la sombra sumamente dulce y pastosa, especialmente en aquellas partes en donde se advierte menos obscuridad en la habitacion, porque alli son las sombras casi insensibles; y la razon de ello se dir? mas adelante.

Vease la ? 35 y 287.

Nunca se debe hacer la luz cortada por la sombra decisivamente; y asi para evitar ?ste inconveniente, se fingir?n las figuras en el campo, pero no iluminadas por el sol, sino suponiendo algunas nubecillas transparentes, ? celages interpuestos entre el sol y el obgeto: y asi no hall?ndose embestida directamente por los rayos solares la figura, quedar?n sus sombras dulces y deshechas con los claros.

Quando se ofrezca dibuxar un desnudo, se har? siempre entero, y luego se concluir?n los miembros y partes que mejor parezcan, y se ir?n acordando con el todo; pues de otra manera se formar? el h?bito de no unir bien entre s? todas las partes de un cuerpo. Nunca se har? la cabeza dirigida ?cia la parte que vuelve el pecho, ni el brazo seguir? el movimiento de la pierna que le corresponde: y quando la cabeza vuelva ? la derecha, el ombro izquierdo se dibuxar? mas baxo que el otro, y el pecho ha de estar sacado afuera, procurando siempre que si gira la cabeza ?cia la izquierda, queden las partes del lado derecho mas altas que las del siniestro.

El que se ponga ? dibuxar por el modelo ? por el natural, se colocar? de modo que los ojos de la figura y los del dibuxante est?n en linea horizontal.

Se tomar? un cristal del tama?o de medio pliego de marca, el qual se colocar? bien firme y vertical entre la vista y el obgeto que se quiere copiar: luego alex?ndose como cosa de una vara, y dirigiendo la vista ? ?l, se afirmar? la cabeza con algun instrumento, de modo que no se pueda mover ? ningun lado. Despues cerrando el un ojo, se ir? se?alando sobre el cristal el obgeto que est? ? la otra parte conforme lo represente, y pasando el dibuxo al papel en que se haya de executar, se ir? concluyendo, observando bien las reglas de la Perspectiva a?rea.

Los paises se dibuxar?n de modo que los ?rboles se hallen la mitad con sombra, y la mitad con luz: pero es mejor, quando ocultado el sol con varios celages, se ven iluminados de la luz universal del ayre, y con la sombra universal de la tierra; observando que quanto mas se aprox?man sus hojas ? ?sta, tanto mas se van obscureciendo.

Con ?sta luz se debe poner delante un papel transparente ? regular; y de ?ste modo producir? en el obgeto sombras dulces y deshechas.

El rostro de una persona que est? en un sitio obscuro de una habitacion, tiene siempre un gracios?simo efecto de claro y obscuro; pues se advierte que la sombra del dicho rostro la causa la obscuridad del parage; y la parte iluminada recibe nueva luz del resplandor del ayre: con cuyo aumento de sombras y luces quedar? la cabeza con grand?simo relieve, y en la masa del claro ser?n casi imperceptibles las medias tintas; y por consiguiente har? la cabeza bell?simo efecto.

El estudio ? aposento destinado para ?ste fin deber?a tener luces descubiertas, y las paredes dadas de color roxo; y se procurar? trabajar quando el sol se halle entre celages, ? menos que las paredes meridionales sean tan altas, que no puedan los rayos solares herir en las septentrionales, para que la reflex?on de ellos no deshaga el efecto de las sombras.

Siempre debe tener cuidado el Pintor de considerar en el lienzo ? pared en que va ? pintar alguna historia la altura en que se ha de colocar; para que todos los estudios que haga por el natural para ella, los dibuxe desde un punto tan baxo, como el en que estar?n los que miren el quadro despues de colocado en su sitio; pues de otro modo saldr? falsa la obra.

Para esto se puede usar un hilo con un plomito, con el qual se ir?n advirtiendo los contornos por la perpendicular.

La cabeza se dividir? en doce grados, cada grado en doce puntos, cada punto en doce minutos, y cada minuto en doce segundos &c.

? XL.

La luz alta y abundante, pero no muy fuerte, es la que hace el mas grato efecto en las partes del cuerpo.

El Pintor que tenga las manos groseras, las har? del mismo modo quando le venga la ocasion, sucedi?ndole igualmente en qualquiera otro miembro, si no va dirigido con un largo y reflex?vo estudio. Por lo qual todo Pintor debe advertir la parte mas fea que se halle en su persona, para procurar con todo cuidado no imitarla quando vaya ? hacer su semejante.

El Pintor que se halle instruido de la naturaleza de los nervios, m?sculos y huesos, sabr? muy bien qu? nervios y qu? m?sculos causan ? ayudan al movimiento de un miembro: igualmente conocer? qu? m?sculo es el que con su hinchazon ? compresion acorta el tal nervio, y qu?les cuerdas son las que convertidas en sutil?simos cart?lagos envuelven y circundan el tal m?sculo; y nunca le suceder? lo que ? muchos, que siempre dibuxan de una misma manera, aunque sea en diversas actitudes y posturas, los brazos, piernas, pecho, espaldas &c..

Uno de los defectos del Pintor ser? el repetir en un mismo quadro los mismos movimientos y pliegues de una figura en otra, y sacar parecidos los rostros.

En ?ste caso deber? el Pintor dibuxar la figura por la regla de la verdadera y bella proporcion. Ademas de esto debe medirse ? s? mismo, y notar en qu? partes se aparta de dicha proporcion, con cuya noticia cuidar? diligentemente de no incurrir en el mismo defecto al concluir la figura. En esto es menester poner suma atencion; porque es un vicio que nace en el Pintor al mismo tiempo que su juicio y discurso: y como el alma es maestra del cuerpo, y es qualidad natural del propio juicio deleytarse en las obras semejantes ? las que form? en s? la naturaleza; de aqui nace que no hay muger por fea que sea, que no encuentre algun amante, ? menos que no sea monstruosa: y asi el cuidado en esto debe ser grand?simo.

Grande es sin duda el error de aquellos Pintores, que habiendo hecho el estudio de una figura por un modelo con luz particular, la pintan luego, coloc?ndola en el campo, en donde hay la luz universal del ayre, la qual abraza ? ilumina todas las partes que se ven de un mismo modo: y de ?sta suerte hacen sombras obscuras en donde no puede haber sombra; pues si acaso la hay, es tan clara, que apenas se percibe; ? igualmente hacen reflexos en donde de ningun modo los puede haber.

Div?dese la Pintura en dos partes principales: la primera es la figura, esto es, los lineamentos que determinan la figura de los cuerpos y sus partes; y la segunda es el colorido que se halla dentro de los tales t?rminos.

La figura se divide tambien en dos partes, que son la proporcion de las partes entre s?, que deben ser correspondientes al todo igualmente: y el movimiento apropiado al accidente mental de la cosa viva que se mueve.

La proporcion de los miembros se divide en otras dos partes, que son la igualdad y el movimiento. Por igualdad se entiende, ademas de la simetr?a que debe tener respectiva al todo, el no mezclar en un mismo individuo miembros de anciano con los de j?ven, ni gruesos con delgados, ni ligeros y gallardos con torpes y pesados, ni poner en el cuerpo de un hombre miembros afeminados. Asimismo las actitudes ? movimientos de un viejo no deben representarse con la misma viveza y prontitud que los de un j?ven, ni los de una muger como los de un hombre, sino que se ha de procurar que el movimiento y miembros de una persona gallarda sean de modo que ellos mismos demuestren su vigor y robustez.

? L.

Las figuras deben representarse con aquella actitud propia ?nicamente de la operacion en que se fingen; de modo que al verlas se conozca inmediatamente lo que piensan ? lo que quieren decir. Esto lo conseguir? mejor aquel que estudie con atencion los movimientos y ademanes de los mudos, los quales solo hablan con el movimiento de las manos, de los ojos, de las cejas y de todo su cuerpo, quando quieren dar ? entender con vehemencia lo que aprehenden. No parezca cosa de chanza el que yo se?ale por Maestro uno que no tiene lengua, para que ense?e un arte en que se halla ignorante; pues mucho mejor ense?ar? ?l con sus gestos, que qualquiera otro con su eloq?encia. Y asi t?, Pintor, de qualquiera escuela que seas, atiende segun las circunstancias, ? la qualidad de los que hablan, y ? la naturaleza de las cosas de que se habla.

El contorno de la figura no debe ser de distinto color que el campo en donde se pone; quiero decir, que no se ha de percibir un perfil obscuro entre la figura y el campo.

En las obras menudas no es posible conocer la qualidad de un error cometido, como en las mayores: porque si el obgeto de que se trata es la figura de un hombre en peque?o ? de un animal, es imposible concluir las partes cada una de por s? por su mucha diminucion, de modo que convengan con el fin ? que se dirigen; con que no estando concluida la tal obra, no se pueden comprehender sus errores. Por exemplo, viendo ? un hombre ? la distancia de trescientas varas, es imposible, por mucho que sea el cuidado y diligencia con que se le mire, que se advierta si es hermoso ? feo, si es monstruoso ? de proporcion arreglada; y asi qualquiera se abstendr? de dar su dict?men sobre el particular; y la razon es, que la enorme distancia disminuye tanto la estatura de aquella persona, que no se puede comprehender la qualidad de sus partes. Para advertir qu?nta sea ?sta diminucion en el hombre mencionado, se pondr? un dedo delante de un ojo ? distancia de un palmo, y bax?ndole y subi?ndole de modo que el extremo superior termine baxo la figura que se est? mirando, se ver? una diminucion increible. Por ?sta razon muchas veces se duda de la forma del semblante de un conocido desde lexos.

?ste uso tan universalmente seguido por muchos Pintores, por lo regular en los Templos, merece una severa cr?tica; porque lo que hacen es pintar en un plano una historia con su pais y edificios; luego suben un grado mas, y pintan otra mudando el punto de vista, y siguen del mismo modo hasta la tercera y quarta; de suerte que se ve pintada una fachada con quatro puntos de vista diferentes; lo qual es suma ignorancia de semejantes profesores. Es evidente que el punto de vista se dirige en derechura al ojo del espectador, y en ?l se pintar? el primer pasage en grande, y luego se ir?n disminuyendo ? proporcion las figuras y grupos, pint?ndolas en diversos collados y llanuras para completar toda la historia. Lo restante de la altura de la fachada se llenar? con ?rboles grandes respecto al tama?o de las figuras, ? segun las circunstancias de la historia con Angeles, ? si no con p?xaros, nubes ? cosa semejante. De otro modo todas las obras ser?n hechas contra las reglas.

Las figuras iluminadas con luz particular demuestran mucho mayor relieve y fuerza, que las que se pintan con luz universal; porque la primera engendra reflexos, los quales separan y hacen resaltar ? las figuras del campo en que se fingen; y estos reflexos se originan de las luces de una figura, que resaltan en la sombra de aquella que est? enfrente, y en parte la iluminan. Pero una figura iluminada con luz particular en un sitio obscuro no tiene reflexo alguno, y solo se ve de ella la parte iluminada: y ?ste g?nero de figuras solo se pintan quando se finge una historia de noche con muy poca luz particular.

El contorno ex?cto de la figura requiere mucho mayor discurso ? ingenio que el clarobscuro; porque los lineamentos de los miembros que no se doblan, nunca alteran su forma, y siempre aparecen del mismo modo: pero el sitio, qualidad y quantidad de las sombras son infinitas.

Veanse las obras del Caballero Mengs.

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