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Words: 44169 in 32 pages
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--Est? bien--dijo el Empecinado--; vamos, Eugenio.
Don Juan Mart?n se arregl? la capa con un movimiento suyo de labriego, que me hac?a pensar en el alcalde de Zalamea, y, sin saludar a Morillo, salimos los dos de la sala, dejando al general en su sill?n, brillante de galones, como un ?dolo de oro.
Bajamos las escaleras y salimos a la calle.
--Este es otro O'Donnell; otro Montijo--exclam? don Juan Mart?n--. Se apoyan en el pueblo mientras les conviene, entonces no piensan en la sagrada persona del monarca. ?Canallas!
--Con estos generales la causa de la Constituci?n est? perdida--dije yo.
--No, todav?a no. Nosotros lucharemos con toda nuestra alma. No hemos de dejar que se pierda la libertad que tantos esfuerzos nos ha costado conseguir. No. ?Por Dios, que no!
Volvimos a casa.
Al d?a siguiente, el general don Pablo Morillo, conde de Cartagena, sal?a de Valladolid, por la ma?ana, en direcci?n de Galicia. Toda la tropa que hab?a en la ciudad se llev? consigo. Entre ellas, un batall?n de nacionales de las Provincias Vascongadas, comprometido a venir con nosotros, y la escolta que el Empecinado hab?a sacado de la Corte.
Algunos masones y comuneros intentaron influir la noche anterior de la salida con los oficiales de Morillo para que no le siguieran, pero no obtuvieron el menor resultado, porque casi toda la oficialidad del conde de Cartagena estaba formada por absolutistas.
EL CHIQUET
SEGUIMOS el Empecinado y yo en nuestros trabajos de reorganizaci?n de la Milicia nacional de Valladolid y de los pueblos de la provincia.
Ten?a yo por entonces una novia que viv?a en la acera de San Francisco, hija de un comerciante en telas, y mi asistente cortejaba a la criada. Sol?amos ir de noche y nadie nos molestaba al pelar la pava, porque estaba prohibido a los paisanos salir de noche sin farol, y los militares se hallaban acuartelados. Mi asistente era un muchacho catal?n de una gran actividad y de una gran energ?a; le llam?bamos de apodo el Chiquet y sol?amos celebrar su manera de hablar enrevesada y su acento cerrado.
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